sábado, 10 de diciembre de 2016

Respuesta Conjunta FACE y Colegios Profesionales al Consejo General de la Psicología

En relación al comunicado publicado el día 24 de Octubre del 2016 en referencia al teléfono contra el acoso escolar, cabe mencionar que la alerta del Consejo de Psicología de que este teléfono pueda ser atendido por personal no licenciado en Psicología es, cuanto menos, inapropiada.
El propio Ministerio de Educación, Cultura y Deporte destaca en su nota de prensa del 20 de Octubre del 2016 que la atención que se ofrecerá a las personas, en este caso menores, familias, tutores, personal docente, etc. (…) no será sólo psicológica, sino que cuenta con un equipo de trabajadores sociales, juristas y sociólogos que prestarán la atención que el menor necesite, incluida la consulta y derivación del caso a las fuerzas y cuerpos de seguridad, la inspección educativa, centros de salud (…) (http://www.mecd.gob.es/prensa-mecd/actualidad/2016/10/20161020-telf.html). Según esta declaración la función del servicio de atención telefónica es proporcionar la ayuda necesaria a cada caso en particular mediante el trabajo de un equipo multidisciplinar. De modo que si el menor, la familia o el tutor de una escuela necesitasen conocer los recursos disponibles en su ciudad dispondrían de una respuesta inmediata, del mismo modo que cuando necesitasen ser escuchados y apoyados emocionalmente.
El hecho de contar con un equipo de profesionales de distintas disciplinas para la atención de este servicio no debería percibirse como una intrusión laboral, sino como una oportunidad de ofrecer una mejor asistencia y ayuda a los menores y otras personas que estén viviendo o sean testigos de esta situación de abuso tan delicada, confusa y peligrosa. La mayoría de los servicios de ayuda telefónica consolidados desde hace décadas están formados por equipos multidisplinares.
Los profesionales que atiendan este servicio deberían conocer con detalle las características del fenómeno de acoso escolar y de los sujetos implicados, como por ejemplo: quién suele ejercer este tipo de violencia, qué procesos sigue el ciclo del acoso, cómo suelen ser sus víctimas, qué emociones y pensamientos experimentan, cómo ayudar a víctimas, agresores y familiares, qué tipo de ayuda hay que ofrecer a cada caso, etc. Por ello, la disciplina de origen del profesional no debería ser lo más relevante en este caso, ya que estos conocimientos forman parte de una formación específica, generalmente no incluida en los caminos habituales de los planes docentes de la mayoría de las ciencias sociales. Esta formación específica podría (o debería) proporcionarla el propio servicio de atención telefónica a sus profesionales contratados. Por otro lado, los servicios telefónicos de ayuda suelen contar con protocolos de actuación bien diseñados para que los diferentes profesionales puedan gestionar el riesgo de sus casos, y atenderlos de forma adecuada y segura.
Los criminólogos cuentan con formación extensa y específica sobre todos los fenómenos delictivos y violentos que se producen en una sociedad, y en concreto, sobre el acoso escolar y otras situaciones de abuso entre individuos. Además de contar con formación en prevención, predicción del riesgo de violencia y tratamiento de víctimas y agresores. Su conocimiento integrador puede ser de mucha ayuda en un servicio pluridisciplinar que debe atender casuísticas muy diversas.
Entre sus principales áreas laborales se encuentra la atención a víctimas de cualquier forma de violencia, y cuentan con las competencias profesionales y personales necesarias para ejercer dicha función. Los profesionales criminólogos también desarrollan y practican las competencias y habilidades necesarias para la atención de personas en situación de vulnerabilidad, tales como la escucha activa y empática, habilidades comunicativas con menores y adultos, la gestión emocional, la resolución de problemas, la identificación de situaciones de riesgo, etc.
En definitiva, las mencionadas competencias profesionales y personales (escucha empática, habilidades comunicativas, gestión emocional, etc.) son, más allá de la formación específica, las habilidades realmente necesarias que deberían mostrar los profesionales que atiendan el servicio telefónico contra el acoso escolar. No se espera de este servicio la elaboración de diagnósticos, ni de tratamientos psicológicos a corto o largo plazo, sino el ofrecimiento de apoyo emocional, la detección de situaciones de riesgo y la asistencia para la mejor resolución del problema.

Por último, el suplemento europeo al título de licenciado en criminología reconoce que, entre otras competencias profesionales, la asistencia a las víctimas (y, en este caso, las víctimas de acoso escolar) es una de las áreas de actuación de los licenciados y graduados en criminología, por lo que las apreciaciones de los representantes de los psicólogos están fuera de lugar en lo referente a las competencias profesionales de los criminólogos.
Fdo. Abel González García (Presidente FACE)
Faustino Brañas Álvarez (Decano del Ilustre Colegio Oficial de Criminólogos del Principado de Asturias)
Pablo-Darío Ibáñez Cano (Decano del Ilustre Colegio Oficial de Criminólogos de la Comunidad Valenciana)

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